Nos hemos quedado enganchados a la mirada fija de las protagonistas femeninas de Laura Pérez. Todo pupilas, esas miradas esconden, prometen y ofrecen… ¿qué? Son miradas intensas que atraen hacia el texto al que acompañan, queriendo saber.
Y es que la ilustradora valenciana tiene esa capacidad para conectar con el lector, ya sea con historias sobre ocultismo, ovnis y fantasmas o con la pura y dura vida cotidiana y sus sueños y soledades. Artista polifacética, viene del mundo de la ilustración, le interesan los fanzines, destaca en la novela gráfica y poco a poco se está adentrando en la animación.
Su forma de narrar tiene un ritmo muy particular. Le gustan los planos descriptivos en los que solamente hay variaciones pequeñas para después llegar a un plano más grande donde todo se desvela, equilibrando así el tempo. Y lo logra repitiendo viñetas con pequeñas alteraciones que no solo cuentan, sino que crean una atmósfera particular, lenta, densa, misteriosa, expectante, un impasse que consigue que el lector se quede en la página algo más de tiempo, un efecto meditado y buscado por la autora. Y como el formato también cuenta, muestra preferencia por los apaisados, una influencia muy cinematográfica que casa bien con la narración. De momento, es así como Laura Pérez plasma su estilo homogéneo, de color intenso y plano, ya reconocible… pero seguro que no se queda ahí. Habrá que estar atentos.
Para ver más su obra https://www.lauraperez.net
Podéis encontrar sus títulos en LETRAS CORSARIAS.
Deja una respuesta