Una vez leí que los cuentos clásicos son una obra en constante transformación. Porque son historias de tradición oral, tienen un significado amplio y permiten versiones, revisiones y actualizaciones, unas con mayor acierto que otras. Y la vallisoletana Beatriz Martín Vidal lo consigue de largo. Ha logrado darle una vuelta de tuerca a la Caperucita de Charles Perrault en su obra Caperuza, un álbum inquietante y hermoso que no renuncia al contenido que todos conocemos y al que añade aristas que exigen la participación del lector.
A pesar de que en el cuento no aparece el texto de manera explícita, las ilustraciones se encargan de acompañar al lector por un recorrido onírico y abierto a múltiples significados. La autora escoge tres momentos que considera claves en el cuento clásico; cuando el personaje se viste con capa y caperuza, la parte en que lanza las preguntas al lobo disfrazado y cuando se fuga de la panza del animal.
Y así, construye su propia versión. Sintética a más no poder, sin apenas construir fondos, se centra en la figura de la niña y el lobo con ilustraciones que son realistas, pero de ese realismo que se acerca al mundo de lo simbólico y con un punto oscuridad. Con su forma de manejar el acrílico y con el enfoque escogido se aleja de las muchas adaptaciones modernas que ha tenido la obra, de la que conserva lo esencial, la huella de amenaza, de miedo, de engaño.
Beatriz Martín Vidal Caperuza. Editorial Thule
Para ver más su obra https://www.beavidal.com
Podéis encontrar sus títulos en LETRAS CORSARIAS.
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